Igor Panarin: Dos Meses para el Colapso de EEUU



El dólar desaparecerá antes como moneda de referencia, posiblemente en la próxima reunión del G.20 en Pittsburg. Esas son las conclusiones de Igor Panarin, experto ruso en geopolítica que disertó ayer en Buenos Aires.

El peso del endeudamiento originado en los monstruosos gastos militares y la crisis económica desatada a partir del “Crack de Wall Street”, llevan inevitablemente al colapso del dólar y de los Estados Unidos. “Hoy, el Presidente Obama está tan desorientado como Gorbachov cuando [fue] la desintegración de la Unión Soviética”. Y el colapso de la Unión dará lugar al surgimiento de seis estados autónomos sobre el territorio actual de ese país. Tan arriesgada conclusión (debido a la cercanía y precisión acerca del momento en que sucederá), viene siendo difundida desde hace un año atrás por este profesor ruso de la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país, egresado de la Escuela de Comunicaciones del Alto Comando Militar del KGB y de la División de Psicología de la Academia Político Militar de la URSS, que desde entonces recorre el mundo exponiendo sus tesis geopolíticas.

Las causas de esta profunda crisis norteamericana, Panarin las atribuye a las deficiencias de información del Gobierno de los Estados Unidos, al fracaso de los centros de investigación anglosajones (y en particular de la “Trilateral”, creada por Rockefeller en 1973), a las desmedidas ambiciones de las empresas petroleras y al gasto militar norteamericano, que estimó igual al doble del total del gasto militar de los restantes países del mundo. De hecho, este proceso de desintegración, que terminará con el surgimiento de seis estados autónomos, ya ha comenzado a través de distintas decisiones que habrían tomado 35 de los 48 estados de la Unión y se agravó recientemente con la decisión de emitir moneda propia por parte de California.

La fórmula para hacer frente a las consecuencias del colapso norteamericano pasa por el establecimiento de un nuevo orden mundial, basado en un entendimiento entre Rusia y China, en el reemplazo del dólar por otras monedas, en la creación de nuevos centros financieros que reemplacen a Londres y New York y en el surgimiento de un grupo de nuevos centros de investigación prospectiva, que prescindan de la visión anglosajona y de la influencia hebrea, dado que, con su retirada del Líbano ante la resistencia de Hezbolla, “Israel puso también en evidencia su fracaso militar y el de las concepciones ideológicas que alimentan ese pensamiento”.

Hablando de Rusia, su país, Panarin sostuvo que “Moscú es la tercera Roma” y que su imperio fue construido gracias a tres grandes figuras: Alejandro Nevski, Iván el Terrible y Stalin. De este último, dijo que había sido “llorado por el pueblo ruso en la misma forma en que el pueblo argentino lloró a Evita” y que la lucha por su sucesión aún no ha terminado: la mantienen dos sectores, uno nacionalista, hoy encabezado por Putin, y otro, ligado a los capitalistas de Gran Bretaña y Estados Unidos. A Rusia le corresponderá jugar un rol central en el surgimiento del nuevo orden mundial, a través de la recreación del Imperio sobre el modelo de lo que fue la URSS y comenzando, en una etapa que podría extenderse hasta 2012, con la unión de Rusia, Belarús y Kazajstán y terminando de completarse antes del 2020. En este nuevo Imperio, Panarin ve una sola figura como posible Emperador, el actual Primer Ministro Putin, manteniendo en sus funciones de Presidente de Rusia, al actual Presidente Mevdev. China sería el eje de un segundo gran centro de poder y la Unión Europea, ampliada (incluso con parte de los estados de la costa este que se independizaran de los Estados Unidos), sería el tercero. De este modo, el dólar sería reemplazado por tres monedas: el euro, el rublo y una nueva moneda que surgiría de la unión del yuan chino y el yen japonés.

En el camino hacia esta nueva conformación geopolítica del mundo, Panarin apoya la presencia de tropas rusas en Venezuela, urgió por el restablecimiento de las bases militares en Cuba y pregonó la necesidad de que no se hagan más transacciones comerciales en dólares, tal como sostuvo que ya han hecho en parte Rusia y China con las transacciones de petróleo y otras materias primas.
Respondiendo a las preguntas de algunos de los embajadores presentes en la reunión, que se llevó a cabo ayer en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI), el Prof. Panarin, lamentó que en 1983 la URSS no hubiera intervenido en el conflicto de las Malvinas, pues de haberlo hecho “habría cambiado el rumbo de la historia”.

Entrevista de hace un año a Igor Panarin, doctor en Ciencias Políticas, aquí.

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